Apareció el poder africano
MADRID -- El Mazembe de la República Democrática del Congo hizo trizas los pronósticos, acabó con las predicciones y subrayó el emerger del fútbol africano que, por primera vez en la historia del Mundial de Clubes aspirará, en la final, a la hegemonía internacional.
Los golazos de Mulota Kabangu y Dioko Kaluyituka despedazaron las previsiones de Abu Dabi y dejaron en evidencia al Internacional de Porto Alegre, un clásico en esta competición, representante del país del fútbol por naturaleza, Brasil.
Son los representantes africanos los principales animadores de los grandes torneos. Causa sensación el desparpajo de su fútbol. El poder físico de sus integrantes. La velocidad. Pero las carencias técnicas, la ausencia de disciplina táctica, suelen dejar a los equipos de África a medio camino de las aspiraciones.
No ha sido el caso en Abu Dabi, donde supo jugar sus bazas el Mazembe para dilapidar al Internacional, campeón del Mundial de Clubes en el 2006 y favorito para aspirar en la final a la corona de la competición.
Instalado en la cima del fútbol africano, el equipo que dirige el senegalés Lamine N'Diaye, ha demostrado haber aprendido de tiempos pasados y rentabilizar la experiencia. En contra del paso efímero que vivió en el 2009, cuando fue eliminado a las primeras de cambio y acabó en el penúltimo lugar de los siete participantes, el cuadro congoleño ya ha sobrepasado cualquier expectativa. Hasta las más optimistas.
Dio buena cuenta del Pachuca mexicano en cuartos de final (1-0) y ahora sonrojó al representante brasileño, al Internacional, al que superó por 2-0.
Está acostumbrado a grandes logros el Mazembe. Capaz no solo de ganar la Liga de Campeones africana. Sino también de revalidar el título un año después para elevar su cosecha continental a cuatro ganancias (1967, 1968, 2009 y 2010).
En su segunda participación consecutiva en el Mundial de Clubes ha dejado atrás a dos rivales aparentemente más reputados. Con más cartel.
El fútbol africano no conoce la presión competitiva. Ni el miedo al fracaso. Sostenido por un grupo de jugadores afianzado desde que unieron sus fuerzas en el 2009, han crecido en su mentalidad, ahora ganadora, con la llegada al banquillo de NDiaye.
"Ahora es un equipo diferente. Todos los jugadores quieren jugar, luchar y ganar. Lamine les ha insuflado un espíritu combativo", advirtió el presidente del club, Moïse Katumbi.
Aviso para el Inter Milan o el Seongnam Ilhwa, eventuales rivales en la final. El Internacional brasileño ya lo ha padecido.
Fuente: Espndeportes.
MADRID -- El Mazembe de la República Democrática del Congo hizo trizas los pronósticos, acabó con las predicciones y subrayó el emerger del fútbol africano que, por primera vez en la historia del Mundial de Clubes aspirará, en la final, a la hegemonía internacional.
Los golazos de Mulota Kabangu y Dioko Kaluyituka despedazaron las previsiones de Abu Dabi y dejaron en evidencia al Internacional de Porto Alegre, un clásico en esta competición, representante del país del fútbol por naturaleza, Brasil.
Son los representantes africanos los principales animadores de los grandes torneos. Causa sensación el desparpajo de su fútbol. El poder físico de sus integrantes. La velocidad. Pero las carencias técnicas, la ausencia de disciplina táctica, suelen dejar a los equipos de África a medio camino de las aspiraciones.
No ha sido el caso en Abu Dabi, donde supo jugar sus bazas el Mazembe para dilapidar al Internacional, campeón del Mundial de Clubes en el 2006 y favorito para aspirar en la final a la corona de la competición.
Instalado en la cima del fútbol africano, el equipo que dirige el senegalés Lamine N'Diaye, ha demostrado haber aprendido de tiempos pasados y rentabilizar la experiencia. En contra del paso efímero que vivió en el 2009, cuando fue eliminado a las primeras de cambio y acabó en el penúltimo lugar de los siete participantes, el cuadro congoleño ya ha sobrepasado cualquier expectativa. Hasta las más optimistas.
Dio buena cuenta del Pachuca mexicano en cuartos de final (1-0) y ahora sonrojó al representante brasileño, al Internacional, al que superó por 2-0.
Está acostumbrado a grandes logros el Mazembe. Capaz no solo de ganar la Liga de Campeones africana. Sino también de revalidar el título un año después para elevar su cosecha continental a cuatro ganancias (1967, 1968, 2009 y 2010).
En su segunda participación consecutiva en el Mundial de Clubes ha dejado atrás a dos rivales aparentemente más reputados. Con más cartel.
El fútbol africano no conoce la presión competitiva. Ni el miedo al fracaso. Sostenido por un grupo de jugadores afianzado desde que unieron sus fuerzas en el 2009, han crecido en su mentalidad, ahora ganadora, con la llegada al banquillo de NDiaye.
"Ahora es un equipo diferente. Todos los jugadores quieren jugar, luchar y ganar. Lamine les ha insuflado un espíritu combativo", advirtió el presidente del club, Moïse Katumbi.
Aviso para el Inter Milan o el Seongnam Ilhwa, eventuales rivales en la final. El Internacional brasileño ya lo ha padecido.
Fuente: Espndeportes.